Hola Queridos lectores. El día de hoy quisiera compartir algunos poemas inéditos. Como muchos de ustedes sabrán y quizá otros no, siempre he sido una entusiasta defensora de los derechos de la mujer. Y como se aproxima el día internacional de la mujer, me gustaría subir unos poemas que son parte de un proyecto que he llamado: Luna de Sangre. En este libro escribiré poemas alusivos a mujeres  en las leyendas, en los mitos o como personajes reales de la Historia y sus dramas personales.




Yocasta

 

¿Qué será de ti en este infierno de silencio?

Quisiste escapar del destino, salvar al hijo recién nacido…

Y lo amaste con el cuerpo, con la boca, con el sexo.

Con pasión desatada,

como vendaval y naufragio.

Con complacencia  última  a tu vanidad de mujer:

fuiste amada por su elástica juventud,

sin saberlo, sin sospecharlo. 

No pudiste dejarlo apartado de tus pechos.

Desliza la cuerda por tu cuello de cisne.

Tu crimen perdurará por la eternidad.


© De luna de Sangre,  Kyra Galván

Nefertari

 Sus ojos maquillados con lapislázuli

se posaron hechiceros

sobre el espejo.

El oro pulido le guiñó un destello.

Manos expertas  le untaron perfume de loto al amanecer.

Peinaron su cabello crespo en una unidad perfecta.

El collar de cuentas enmarcó su cuello de garza.

El velo de lino se deslizó palpitante

dando forma sediciosa al contorno.

Se sentó mujer y se levantó diosa.

Tenía cita con el hombre

más poderoso del Universo:

Ramsés el Grande.


© Kyra Galván

Cleopatra 

 
I
Julio César

le mandó construir

una estatua

  para ser adorada

- a manera de Diosa - 

en el Foro Romano,  

pero nunca la llamó esposa,

ni madre de su hijo.

 

II

Marco Antonio

 la poseía,

         la fornicaba

todos los días y todas las noches

        y la hizo su esposa

          y le concedió territorios

    para afrenta de los triunviros.

Sin embargo, ella,

lo abandonó en el mar

         durante la batalla de Actium.

 

III
Augusto. Octavio Augusto,

la odiaba. Le temía.

Y le hizo la guerra

y  la persiguió

hasta matar a su descendencia.

Claro que de estos hechos vergonzosos,

la Historia

no guarda

registros,

ni detalles,

ni fotos,

ni nada.
Kyra Galván

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